ZortraxĀ Prototipos de impresiĆ³n 3D de la NASAĀ
Zortrax Prototipos de impresiĆ³n 3D de la NASA, la NASA quiere lanzar la MisiĆ³n de redireccionamiento de asteroides (ARM) a principios de la dĆ©cada de 2020. Hay dos variantes del ARM actualmente en desarrollo. El primero es completamente robĆ³tico. La segunda, conocida como MisiĆ³n con tripulaciĆ³n de redireccionamiento de asteroides (ARCM), implica enviar astronautas a bordo de una nave espacial Orion para explorar un pequeƱo asteroide redirigido a una Ć³rbita estable alrededor de la Luna y llevar las muestras recolectadas a la Tierra.
Los ingenieros del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston estĆ”n trabajando en el conjunto de herramientas adecuado para que los astronautas completen tales misiones. Los primeros prototipos funcionales del sistema de muestreo de geologĆa para cuerpos pequeƱos se han impreso en 3D con Z-ULTRAT en el Zortrax M200 Plus.
La idea de la “recuperaciĆ³n de asteroides en la Tierra” se mencionĆ³ por primera vez en julio de 1980 cuando Robert Forsch, el entonces administrador de la NASA, testificĆ³ ante el Congreso que era inviable en ese momento. En 2012, el Instituto Keck de Estudios Espaciales revisĆ³ el proyecto e hizo un estudio de viabilidad que concluyĆ³ que la misiĆ³n finalmente se hizo factible. El Centro de InvestigaciĆ³n Glenn de la NASA estimĆ³ entonces que costarĆa alrededor de $ 2.6 mil millones, lo que tambiĆ©n parecĆa razonable dada la tarea en cuestiĆ³n. Teniendo el asteroide en Ć³rbita alrededor de la Luna, la Ćŗnica pregunta que quedaba era quĆ© hacer con Ć©l. De ahĆ surgiĆ³ la idea de enviar astronautas a explorarlo.
La idea de la minerĆa de asteroides se encuentra en las primeras etapas de desarrollo y hay quienes cuestionan su viabilidad dada la tecnologĆa que tenemos a mano. AĆŗn asĆ, el entorno de microgravedad de los asteroides plantea el mismo conjunto de desafĆos para los astronautas, sin importar si estĆ”n allĆ con fines cientĆficos o comerciales. La gravedad en la Tierra, Marte e incluso la Luna permite herramientas y tĆ©cnicas de muestreo geolĆ³gico similares. Pero ninguno de ellos funcionarĆ” en un asteroide.
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Primero abordaron un muestreador flotante. RĆ”pidamente se hizo evidente que agarrar rocas que estaban sobre el asteroide a mano era demasiado arriesgado. Los materiales del traje espacial podrĆan contaminar fĆ”cilmente las muestras recolectadas, ademĆ”s, existĆa una posibilidad significativa de pinchazo en el guante. AsĆ que los ingenieros idearon un diseƱo de concha que funcionĆ³ bien para contener rocas flotantes y evitĆ³ que las muestras se contaminen una vez que quedaron atrapadas en la concha cerrada. La misma herramienta demostrĆ³ ser eficaz tambiĆ©n para recoger el polvo que cubre la superficie.
Una almohadilla de muestra unida a un asa tocarĆa ligeramente el suelo y se retraerĆa a un recipiente pequeƱo. Los comentarios de los equipos que realizaron pruebas en el mundo real con prototipos impresos en 3D de tales herramientas dejaron en claro que el mecanismo para abrir y cerrar el contenedor tenĆa que ser rediseƱado. EspecĆficamente, en el Contact Soil Sampler original, un astronauta cerrĆ³ y abriĆ³ las puertas del contenedor manualmente, lo que planteaba un riesgo de contaminaciĆ³n. Por lo tanto, los ingenieros hicieron un prototipo con un contenedor operado por palanca unida al mango.
La recolecciĆ³n de muestras de chips resultĆ³ ser aĆŗn mĆ”s desafiante. En la Tierra, los geĆ³logos usan un cincel y un martillo. Trozos de roca caen al suelo para recogerlos fĆ”cilmente. Pero en el asteroide flotarĆan representando una amenaza para los astronautas que trabajaban cerca. Entonces, los ingenieros diseƱaron e imprimieron en 3D una herramienta manual con un efector final extraĆble que contiene un cincel, dos ventanas y una puerta corrediza.Ā Finalmente, el equipo diseĆ±Ć³ un simulacro para recolectar muestras de testigos.
En cada caso, los ingenieros tuvieron que pensar en cĆ³mo almacenar las muestras recolectadas. De ninguna manera fue simple. Los astronautas en la Luna simplemente podrĆan poner sus muestras en bolsas. La gravedad fue suficiente para soportarlo. Pero en el asteroide, transferir algo del contenedor de una herramienta a una bolsa serĆa imposible. AsĆ que el equipo optĆ³ por una arquitectura en la que el almacenamiento de muestras se integrara en la herramienta de recolecciĆ³n. El sistema de muestreo de geologĆa para cuerpos pequeƱos en el estado actual de desarrollo es del tamaƱo de un maletĆn.
RESULTADO FINAL
Ya se ha probado un prototipo funcional impreso en 3D en la misiĆ³n analĆ³gica NEEMO, en las profundidades del OcĆ©ano AtlĆ”ntico. En un momento durante las pruebas, uno de los efectores finales se rompiĆ³. Los ingenieros de JSC de la NASA imprimieron en 3D un reemplazo y lo enviaron al sitio de prueba en 24 horas, algo que hubiera sido imposible sin tener impresoras 3D confiables en la empresa. La versiĆ³n actual del sistema aĆŗn es un trabajo en progreso. Se esperan muchas pruebas y prototipos impresos en 3D antes de que estĆ© completamente operativo. Sin embargo, dado que las ideas sobre misiones a asteroides evolucionan constantemente, no existe un diseƱo de juego de herramientas en particular que los ingenieros puedan fijar. El ecosistema de Zortrax les ayuda a ajustar sus prototipos rĆ”pidamente cuando cambian los requisitos de la misiĆ³n. Afirman que pueden cambiar fĆ”cilmente el tamaƱo del maletĆn para contener diferentes cantidades de cada efector final, segĆŗn una misiĆ³n determinada.
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